Las sopaipillas y el mote con huesillo son reconocidos en Chile por ser parte esencial de la gastronomía local.

Las sopaipillas, por su cualidad calórica, es consumida con mayor frecuencia en las estaciones frías del año, otoño e invierno; por el contrario, el mote con huesillo, por su calidad de refresco, tienda a ser consumido más en los meses calurosos del año. 

No por esta afirmación ambos quedan relegados cuando están fuera de estación, muy por el contrario.

A los chilenos se les puede ver disfrutando de un heladito mote con huesillo en pleno invierno, así como sirviéndose una deliciosa sopaipilla en medio de la ola de calor más grande de los últimos años.

¿Pero a qué se debe su fama? ¿Cuál es más delicioso? ¿Por qué los queremos tanto?

¿Cuál es el origen del mote con huesillo?

El mote con huesillo nace cuando los españoles llegaron a Chile, en el siglo XVIII. En la colonización, este país trajo al continente el trigo mote, uno de los elementos principales de esta bebida.

¿Por qué es tan famoso?

En Chile su fama se debe a que es una bebida altamente refrescante y con grandes dosis de azúcar. Además de quitar la sed, alimenta, pues el trigo mote es conocido por su cualidad llenadora.

Consta de jugo acaramelado de durazco en un vaso, al cual se le vierte trigo mote cocido y huesillos de durazno. Se sirve helado y los chilenos lo han convertido en el refresco predilento para los días calurosos.

Si bien hay veces que se puede hacer de manera casera, es comúnmente consumido en la calle: en carritos, quioscos, puestos improvisados o en restoranes de comida típica chilena.

¿Con qué se puede comer el mote con huesillo?

Al ser una bebida, el mote con huesillo puede acompañar cualquier tipo de alimento, aunque muchas personas prefieren utilizar incluso como postre, para dar fin a la comida con algo refrescan y dulce.

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¿Cómo se hace el mote con huesillo?

La receta para preparar tu propio mote con huesillo es bastante sencilla y requiere de solamente cuatro ingredientes principales: huesillos, mote, azúcar y agua. Esa es la base.

Para el juego se pueden incluir especias como canela y cáscara de naranja, pero eso queda a gusto del consumidor. También, muchas personas, le agregan chancaca, otro clásico producto de la gastronomía chilena.

Ingredientes

  • 250 grs de huesillos
  • 180 grs de azúcar morena (3/4 taza)
  • 1 trozo de cáscara de naranja
  • 2 palos de canela
  • 1 taza de mote
  • 1 litro de agua

Preparación

  1. Lo primero que debes hacer es dejar remojando los huesillos la noche anterior para que se hidraten;
  2. Al día siguiente, echarlos a una olla con agua, canela, cáscara de naranja y azúcar. Opcional: chancaca para que el jugo tenga mejor color;
  3. Dejar hervir por 30-40 minutos;
  4. En otra olla, hervir el trigo mote por 20 minutos. Luego colar;
  5. Cuando ambas partes estén listas, dejar enfriar y al refrigerador;
  6. Una vez helado, servir en un vaso grande. Una cucharada de mote, un huesillo y rellenar con el jugo más dulce y refrescante de huesillos.

Ahora que ya sabe cómo preparar su propia bebida, ¿qué le parece conocer un poco más sobre otro famoso alimento de nuestro país?

Sopaipillas: ¿de dónde viene este alimento?

Si bien la historia no es clara. Algunos de sus orígenes hablan de la colonia española en Chile y también se hace referencia al pueblo árabe, ya que la palabra sopaipilla significaría "masa frita" en este lenguaje.

Dejando la historia de lado, las sopaipillas son un alimento esencial en la gastronomía chilena.

Cocinadas de diferentes formas a lo largo del país, las sopaipillas no son más que una masa frita: en Santiago y la zona norte del país con zapallo; y en el sur de Chile sin zapallo y con distinta forma.

¿Por qué es tan popular en nuestro país?

Como decíamos, las sopaipillas son un alimento presente en todo Chile y, en general, se encuentra asociado a la familia y también al mundo callejero.

En Chile, los "carros de sopaipillas" son hitos que se pueden encontrar (sobre todo en invierno) en las calles, afuera de las estaciones de Metro, en las avenidas principales, en las ferias libres y en otros lugares de la ciudad.

Por su nobleza, su facilidad de preparación y su capacidad llenadora, la sopaipilla se convirtió rápidamente en un alimento por excelencia para onces familiares, desayunos contundentes y, por otro lado, alimento estrella de la gente trabajadora: que la ocupa como desayuno, almuerzo y cena al ser comida al paso.

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Sopaipillas con pebre: una mezcla que funciona

Las sopaipillas, al ser una masa frita, son muy versátiles y pueden ser consumidas tanto con adherezos dulces o salados.

La sopaipilla con manjar es un pequeño deleite para ciertas personas, pero sin duda, el acompañante por excelencia, ya sea en su versión sureña o con zapallo, es el pebre.

Debido a su parecido con el pan, la sopaipilla tiene la cualidad de absorber jugos, los cuales la hacen, en general, la mejor amiga del pebre.

¿El pebre? Tomate, ajo y cebolla como base. Agregados por ejemplo pueden ser cilantro, ají verde, perejil y gotas de limón.

¿Qué tal la preparación de sopaipillas con pebre?

Si bien sin dos ítemes que hay que preparar por separado, siempre van de la mano.

Las sopaipillas son una masa sencilla que, en su versión más básica, lleva solamente agua, harina, sal y algún elemento graso, como manteca, mantequilla, aceite o margarina. Para la versión Santiaguina: zapallo cocido o asado.

El pebre puede prepararse de distintas maneras. Veamos una de ellas:

Sopaipillas

Ingredientes

  • 2 tazas de harina
  • 2 cdas. de manteca
  • ½ cdta. de sal
  • Agua (suficiente para obtener una masa lisa y homogénea)
  • Aceite para freír

Preparación

  1. Se debe mezclar todo en un bowl;
  2. Amasar ligeramente;
  3. Estirar la masa y cortar (se le puede dar la forma que uno quiera, las más comunes son redondas o en forma de diamanta);
  4. Freír en abundante y caliente aceite.

Pebre

Ingredientes

  • Los ingredientes básicos son:
    • 1 tomates
    • ½ cebolla
    • 1 ajo
    • Perejil o cilantro y sal al gusto;
    • Jugo de 1 limón.

Preparación

  • Para esta preparación solo basta picarlo todo en cubos pequeños y mezclar;
  • ¿Truco? Los aliños. Sal, aceite, jugo de limón, pimienta fresca molida.

Si bien es difícil poder decidir entre ambos deliciosos manjares, basta una reflexión sencilla para darse cuenta que no es necesario elegir: basta solo con disfrutar.

Un mote con huesillo heladito y unas sopaipillas con pebre pueden convivir de manera perfecta y armónica en la misma mesa, al mismo tiempo, sin que ningún comensal se sienta fuera de lugar.